El screening del cáncer de cuello
uterino es una de las armas fundamentales para reducir el número de muertes por
esta causa, así como para reducir los costos asociados al manejo de los casos
avanzados.
El exámen citológico (PAP) ha
sido el método más usado para este screening.
En los países desarrollados su implementación desde décadas atrás fue la clave
para la reducción de la morbilidad y mortalidad. Pero, en los países en
desarrollo el éxito no fue tan notorio y en muchos de ellos el cáncer de cuello
uterino sigue siendo todavía uno de los principales problemas de salud pública.
Actualmente existen métodos
moleculares basados en la identificación de partículas virales del HPV que han
mejorado la eficiencia del screening.
Pero, no ha sido adoptado como el método principal en los países en desarrollo
debido principalmente a factores económicos.
Mientras tanto, el PAP continúa
siendo una herramienta útil para el screening
del cáncer de cuello uterino. Es esta su importancia.
¿Qué es el screening citológico?
El tamiz o la criba son los
instrumentos utilizados para el proceso de separar el trigo de la paja y otras
impurezas.
La idea del screening, en el
sector salud, se refiere a las pruebas para identificar a los enfermos en una
población aparentemente sana.
El screening citológico es, entonces, la detección de casos utilizando
la citología. Se busca identificar los casos malignos (cáncer) y las lesiones
con potencial maligno en mujeres sin síntomas o signos que sugieran cáncer
(sangrado o dolor vaginal, lesión sospechosa visible). Pero, esta no es una
prueba de laboratorio más. Si usamos la citología convencional (no automatizada)
es un procedimiento de búsqueda que depende mucho del observador. No es pasiva, sino todo lo contrario.
Momentos del screening
citológico
Nos referimos a la identificación
e interpretación que en personas entrenadas son casi simultáneos.
1. Identificar el elemento anormal
Este paso puede ser fácil en
algunos casos, pero puede ser muy difícil en los casos con pocas células
anormales.
El observador debe tener algunos requisitos:
·
Conocimiento
Es decir, debe saber
qué buscar. En el screening se desea
detectar el cáncer (carcinoma de células escamosas, adenocarcinoma) y lesiones
con potencial maligno (lesiones intraepiteliales o displasias). También se
consideran las atipias (escamosas y glandulares).
·
Actitud
activa
Es muy
importante “querer encontrar”. Influyen negativamente el exceso de trabajo, el
agotamiento e inclusive problemas psicológicos propios del observador.
·
Sistemática
Se debe examinar
de manera ordenada toda la muestra (lámina).
2. Interpretar
El observador plantea un
diagnóstico. Depende de su conocimiento y experiencia.
CARCINOMA DE CÉLULAS ESCAMOSAS
LESIÓN INTRAEPITELIAL DE ALTO
GRADO (HSIL)
LESIÓN INTRAEPITELIAL DE BAJO
GRADO (LSIL)
¿Cómo efectuar el screening?
1. El observador recibe la
muestra procesada (fijada, coloreada y montada).
2. Empezar el recorrido de toda
la lámina (de manera horizontal o vertical) con el objetivo de 10X.
3. Simultáneamente a la búsqueda,
se realiza la evaluación de la calidad de la muestra (extensión, fijación,
celularidad, coloración, montaje, presencia sangre o pus que cubre las
células).
4. Si se detecta una célula o
grupo de células sospechosas, se debe observar al aumento de 40X para ver los
detalles celulares.
5. Una vez de terminado el
recorrido (y de efectuarla más de una vez si fuera necesario) se plantea el
diagnóstico preliminar (del screening).
Resultados
Caso positivo
Es el caso en el que se
identifica el posible caso de cáncer (carcinoma de células escamosas o
adenocarcinoma), lesión con potencial maligno (lesión intraepitelial o
displasia) o atipia (escamosa o glandular).
Caso negativo
El que no se no se identifica
alguno de los diagnósticos mencionados anteriormente.
¿Cuál es siguiente paso al screening?
Casos positivos: Pasa al médico
anatomopatólogo para establecer el diagnóstico citopatológico.
Casos negativos: Pasan al proceso
de control de calidad.